Una innovación tecnológica promete cambiar radicalmente cómo las ciudades gestionan su consumo de energía.
Esta semana, la empresa tecnológica GreenGrid, en colaboración con la Universidad de Columbia, ha presentado un sistema de gestión de energía inteligente diseñado para optimizar el uso de energía en áreas urbanas, reduciendo el desperdicio y mejorando la sostenibilidad.

El proyecto, denominado SmartEnergy 360, se basa en el uso de inteligencia artificial (IA) para monitorear en tiempo real el consumo energético de edificios, transporte y servicios públicos.
Al analizar grandes cantidades de datos y detectar patrones de consumo, el sistema ajusta automáticamente el suministro de energía en función de las necesidades específicas de cada área de la ciudad.
Un sistema de energía revolucionario
SmartEnergy 360 no solo detecta el consumo actual, sino que también prevé necesidades futuras y optimiza el uso de fuentes de energía renovable.
Al integrar energía eólica, solar y geotérmica en la red, el sistema puede reducir hasta en un 40 % el uso de fuentes no renovables en ciudades que implementen la tecnología en su totalidad.
Mark Preston, CEO de GreenGrid, afirmó que el proyecto tiene el potencial de “transformar ciudades en espacios energéticamente sostenibles, reduciendo significativamente las emisiones de carbono”.
Preston indicó que ya han comenzado a trabajar en pruebas piloto en ciudades de Estados Unidos y Europa, y están en conversaciones con autoridades locales de América Latina y Asia.
Proyecciones para el 2025
Para 2025, GreenGrid proyecta que al menos 20 ciudades implementarán SmartEnergy 360 en su red de energía, contribuyendo a los objetivos globales de reducción de emisiones de carbono.
“Esta tecnología no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que también supondrá un ahorro significativo en costos operativos para las ciudades, que podrán redirigir esos recursos a otras áreas de inversión social”, comentó Preston.
Reacción de expertos
Los expertos en energía y urbanismo han elogiado la innovación, aunque algunos advierten sobre los desafíos de seguridad que plantea la integración de redes de inteligencia artificial en sistemas de infraestructura crítica.
“La seguridad cibernética debe ser una prioridad en estos sistemas, ya que cualquier vulnerabilidad puede comprometer la infraestructura energética de una ciudad entera”, señaló María López, especialista en seguridad informática de la Universidad de Stanford.
Impacto social y ambiental
De implementarse a gran escala, el sistema SmartEnergy 360 podría suponer un avance clave en la lucha contra el cambio climático.
Además de reducir el impacto ambiental, la tecnología ofrecería una mayor estabilidad en el suministro energético, un aspecto crítico para ciudades con alta densidad de población.
La tecnología de GreenGrid marca un paso adelante en la transición hacia un futuro urbano más verde y sostenible.
La pregunta ahora es si los gobiernos y las ciudades podrán adaptarse lo suficientemente rápido para aprovechar esta oportunidad y enfrentar los desafíos de un planeta que demanda cada vez más soluciones sostenibles.