Cuando escuché la historia de Mama Faye, me conmovió profundamente. Imagínense una mujer que, cada año, se dedica por completo a coleccionar muñecas y vestirlas con preciosos vestidos hechos a mano.
Eso es exactamente lo que está haciendo Michelle Brannon, quien compartió con nosotros la conmovedora historia de su suegra, Mama Faye.
Cada año, Mama Faye pasa horas comprando y limpiando muñecas y luego vistiéndolas con trajes, bolsos y zapatos elaborados. Sí, escuchaste correctamente.
¡Cada muñeca recibe un guardarropa completo como si fuera a un gran baile! Cuando se acerca la Navidad, ella sólo tiene un deseo: ofrecer estas muñecas a las niñas necesitadas.
Michelle incluso apeló: “Si conoces a algún niño que pueda verse afectado por estos muñecos, házmelo saber. Hemos preparado más de 200 muñecos este año y necesitamos colocarlos en brazos de angelitos. No se hicieron preguntas. ¡Le calienta tanto el corazón!
Un gesto que toca el corazón.
La publicación de Michelle fue compartida y le gustó en todo el mundo. Las solicitudes llegaron a raudales y las 200 copias se vendieron incluso antes de su distribución.
El sábado a las 10:00 a. m., Lewisburg fue el escenario de esta generosa distribución. Michelle explicó que a pesar de las luchas personales y de perder a sus gemelos al nacer, Mama Faye continúa difundiendo amor a través de sus creaciones.
“Faye perdió a sus primeros gemelos al nacer y luego tuvo un hijo, mi precioso esposo. Ella siempre pensó que tendría una hija , pero la vida decidió lo contrario.
A pesar de la parálisis del lado izquierdo después de un derrame cerebral, nunca dejó de dar y crear. Utiliza sus talentos para alegrar a los niños”. ¡Qué inspiración!
Una generosidad que no conoce fronteras
La historia de Mama Faye no termina ahí. A través de donaciones de muñecas y suministros, también pudo donar cientos de bolsas de regalo llenas de muñecas nuevas a un orfanato local.
Es sorprendente cómo un acto de bondad puede multiplicarse y tocar tantas vidas.
Así que la próxima vez que te sientas abrumado o desanimado, recuerda a Mamá Faye y su increíble generosidad. A veces las acciones más pequeñas tienen los mayores impactos.
Gracias por tomarte el tiempo de descubrir esta hermosa historia. Que tu día esté lleno de pequeñas chispas de bondad, como las que trae Mama Faye.